EL TALGO XXI EN ALMERÍA
El siglo XX estaba llegando a su fin y una inesperada visita en forma de tren futurista entró en la desolada estación de Almería como si viniera a anunciarnos una buena nueva ferroviaria tras el fin de los transportes de mineral de hierro y a aclarar el incierto futuro que se percibía. Se trataba de un prototipo que había desarrollando la empresa Talgo con el fin de crear un tren diesel autopropulsado y de ancho variable con coches de la serie 7, ideal para circular por líneas no electrificadas convencionales y también por las de alta velocidad de ancho internacional, pues llegó a alcanzar los 256,38 km/h y estableció el récord mundial de velocidad con tracción diesel.
El tren que se pudo ver en la estación almeriense solamente iba dotado de una de las dos cabezas tractoras que construyó Talgo, por lo que al tratarse de una unidad autopropulsada, en el otro extremo de la composición iba una locomotora de la serie 333. Lo más característico era su color plateado con una franja roja, al estilo de la serie III de Talgo, y que la aerodinámica cabeza tractora iba dotada de un bogie de dos ejes y un tercero compartido con el primer coche, a diferencia de las actuales de la serie 102 y 130 de Renfe que van equipados con dos bogies de dos ejes cada uno.
Al parecer, este tren no tuvo demanda en el mercado y finalmente fue adquirido por Adif que lo transformó en dos unidades con una cabeza tractora cada uno, un coche extremo con cabina de conducción y dos coches intermedios para auscultación de las vías, pasando a denominarse BT (serie 355 de Adif) o “aspirina” en el argot ferroviario por su nueva decoración exterior.