EL IV ENCUENTRO DE LAS HABAS FERROVIARIAS EN LA ESTACIÓN DE SERÓN
En el encuentro correpondiente al año 2003 también gozamos de un extraordinario día de sol primaveral en las estribaciones de la Sierra de los Filabres y en un enclave ferroviario legendario tristemente fuera de servicio: la estación de Serón. Las casi 100 personas que nos congregamos en el antiguo cocherón de locomotoras, totalmente rehabilitado, celebramos el tradicional encuentro de las “Habas Ferroviarias” de socios y familias de ASAFAL. Extraordinariamente preparado por nuestros amigos residentes en la comarca, tuvimos ocasión de visitar una de las industrias principales de esta hermosa localidad de Serón: la producción de jamón serrano, recorriendo un secadero en el que se nos explicó el proceso de elaboración de tan suculento manjar.
Ya en la estación, todos los congregados dimos fe de las excelencias del jamón de Serón, en primer lugar, así como de las habas recién cogidas, los embutidos selectos y unas migas hechas ex profeso para el evento con su “engañifa” correspondiente; por supuesto, el vino de las Alcubillas, que siempre nos acompaña allí donde vamos, las cervezas y refrescos ayudaron a pasar este “ligero” menú.
Nos acompañaron en esta ocasión varios amigos de la recién creada Asociación Bastetana de Amigos del Ferrocarril de la cercana localidad de Baza, siendo uno de ellos el Sr. Berruezo, último Jefe de Estación de Serón, con el que tuvimos la ocasión de conocer sus experiencias en este foco ferroviario. También acudió el alcalde de Serón, D. Juan Antonio Lorenzo, que nos explicó todo el proyecto que ya está en marcha para la reconversión del actual trazado ferroviario (sin carril) en Vía Verde, aproximadamente unos 11 kms. que corresponden a su término municipal. Hecho el mal (el inexplicable cierre de esta línea), es una opción que va a permitir, al menos, conservar el patrimonio ferroviario que queda y salvarlo del expolio constante que sufren las líneas abandonadas, así como de atracción turística y generación de riqueza. Ya está en marcha y esperamos volver próximamente para ver los resultados. Por lo pronto, nos contentamos con realizar un pequeño recorrido, dirección Tíjola, pisando el balasto que queda de aquella línea, que no llegó a su centenario, surcada de numerosos cables aéreos procedentes de las minas en la Sierra de los Filabres que volcaban en los cargaderos de Serón o Los Canos su preciado mineral de hierro para ser transportados en pesados trenes hasta el embarcadero de “El Hornillo” en Águilas.
Al atardecer nos despedimos de Serón después de pasar una excelente jornada de convivencia ferroviaria en una estación de una línea muy querida y llorada por todos los aficionados al mundo del tren.