jueves, noviembre 21, 2024
Hemeroteca

La Voz de Almería

Antonio Fernández

La Dirección de Regionales de Renfe ha apostado por mejorar los servicios entre Almería y Madrid a corto plazo. Las inversiones y mejoras realizadas en otras provincias andaluzas han llevado a la compañía a plantear la necesidad de que Almería cuente en el menor plazo de tiempo posible con los servicios del Talgo Pendular, que mejora sustancialmente las prestaciones del convencional. Los responsables de esa Dirección se han marcado como plazo para lograr su objetivo el año 2001. Para ello ya han iniciado las negociaciones que deben terminar con la inclusión del Talgo Pendular entre Almería y Madrid en el Contrato-Programa que Renfe firmará en los próximos meses con el Ministerio de Fomento y que se pondrá en marcha en el año 1999.

Mejoras en el trazado La dotación del Talgo Pendular supondrá también la realización de mejoras en las vías, ya que se trata de un tren más rápido que el actual y que requiere recorridos con menos curvas y menores pendientes. Esas inversiones son las que deberán ser acometidas por el Ministerio de Fomento. El Talgo Pendular es una de las viejas aspiraciones de los almerienses. Desde las organizaciones empresariales, los partidos políticos y las organizaciones sociales se ha reclamado con insistencia la llegada de este tipo de trenes, que suponen un mejor servicio y que acortan sustancialmente los tiempos de viaje.

El éxito del TRD Los proyectos de mejoras se ven sustentados con los excelentes resultados obtenidos en los primeros meses de funcionamiento de los nuevos trenes regionales diesel (TRD). Desde que el día 25 de mayo se pusieran en marcha los nuevos servicios el éxito ha sido más que notable. Hasta esa fecha viajaban en los regionales de Granada y Sevilla una media de 380 viajeros al mes. A partir de ella ese número casi se ha multiplicado por diez, llegando el número de viajeros hasta los 3.307 mensuales. El hecho de que los nuevos TRD hayan hecho posible comunicar de forma directa Almería y Sevilla, acortando además el tiempo de viaje hasta poco más de cinco horas, ha tenido un efecto demoledor sobre el único servicio directo que hasta ahora prestaba Renfe entre las dos capitales, el expreso nocturno.

El expreso, en declive Este tren tenía una ocupación baja en el año 1997, que se situaba en torno a los 580 pasajeros al mes. En los primeros meses del 98 esa ocupación mensual ya bajó hasta 429 pasajeros y desde el 25 de mayo de este año, fecha en la que entraron en servicio los nuevos TRD, el descenso dejó los niveles de ocupación mensual del expreso en 312 viajeros. Eso significa que diariamente sólo diez personas utilizan el servicio. Esos datos han sido decisivos a la hora de tomar una decisión que se llevará a efecto el último domingo de septiembre, día del cambio oficial de los horarios de verano a invierno en todas las empresas ferroviarias europeas. Ese mismo día empezará a funcionar una tercera relación directa entre Almería y Sevilla con material TRD, lo que absorberá los posibles viajeros que utilizaban el expreso.

Ventajas del cambio Para la empresa, la sustitución del expreso por los TRD directos no supondrá merma alguna de la comunicación entre Almería y Sevilla. Renfe sólo ve ventajas en estos cambios, unas ventajas que incluyen la posibilidad de realizar gestiones en el día en Sevilla, al existir un servicio que llega sobre las once de la mañana, o la oferta “tren+hotel”, con desplazamiento a Sevilla por la tarde, disponer de la mañana completa y regresar tras la comida. La otra ventaja es una reducción importante del precio del viaje, ya que frente a las 18.400 pesetas que cuesta un billete de ida y vuelta a Sevilla en una litera del expreso, con la oferta del TRD el viajero abonaría 10.300 pesetas (que incluyen el viaje de ida y vuelta más el hotel) en habitación individual, o 9.300 pesetas si se opta por una habitación doble. Entre los nuevos servicios que se incluyen está una modificación de los horarios de los viernes y los domingos para favorecer a los estudiantes, usuarios en esos días.

Queda demostrado: el tren se usa cuando presta buen servicio
De alguna forma los almerienses han ganado una batalla histórica a Renfe. La compañía se quejaba de la baja ocupación de los trenes (le Almería y planteaba la supresión (le servicios de forma continua. Los almerienses se defendían (diciendo que no se puede utilizar un tren lento, viejo, incómodo y malo.
Los hechos han venido a dar la razón a estos últimos ya que el éxito del TRD (sin ser no AVE ni un Euromed) ha Sido notable Seguro que RENFE toma buena nota.

LA RAMBLA
La apuesta de Renfe por Almería
En los últimos meses hemos asistido, para fortuna de los usuarios del ferrocarril e n esta provincia, a un intenso proceso de cambio en la estrategia que la compañía tiene para con esta tierra.
La puesta en marcha de los Trenes Regionales Diesel (TRD) con Sevilla y los primeros da-, tos que arrojan de viajeros vienen a demostrar que, a poco que se trabaje en la mejora de las comunicaciones, se produce una reacción en positivo de los usuarios para este medio de transporte.
Las cifras, incluso, han llevado a la compañía, -con el apoyo inestimable de la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía-, a pensar en poner un nuevo servicio con Sevilla, y serían tres diarios, y otros nuevos con Granada a través de los Trenes Ligeros, una especie de autobús sobre raíles, que supondrá conectar ambas ciudades cada dos horas.
Hasta aquí la cara de las comunicaciones. Sin embargo ahí sigue el mal estado de la línea que une Almería con Linares, su electrificación y la obra más importante: la conexión de Almería con Murcia a través del Levante. Sin una política seria en estos aspectos, con una notable mejora del material móvil, incluido el Talgo Pendular,, todavía no cabe pensar que el tren es un medio de comunicación por el que se apuesta, de forma real para unir la capital del reino con Almería. Muy al contrario, todavía está demasiado lejos el 2001 o 2002, cuando se anuncia que la nueva generación de Talgos Pendulares puedan surcar el recorrido que separa Almería de la capital de España y es ahí donde entra en juego el papel reivindicativo de las distintas administraciones y partidos políticos, en su lucha anual en la defensa de los intereses de una provincia, todavía demasiado lejos para muchos.