El Ferrocarril Digital. Nº 2
Con el claro objetivo de difundir la cultura y el conocimiento del mundo ferroviario, El Ferro-carril Digital publica un nuevo número en el que se recogen opiniones, artículos y reportajes que enriquecen y acrecientan nuestra pasión por el tren. En este nuevo viaje, los colaboradores han realizado un notable esfuerzo y nos han trasmitido mucho de su amplio conocimiento y amor por el ferrocarril. Como podrá comprobar el lector, no nos limitamos a temas propios de Almería y su provincia, sino que queremos vislumbrar otros horizontes, otras experiencias, con la palmaria intención de que este conocimiento alimentará nuestra ansia ferroviaria. De este modo, animamos a todos aquellos que deseen colaborar en nuestra revista a enviar sus artículos e investigaciones, para nosotros sería un honor.
El año 2005, por las evidentes razones de la celebración de XV Juegos de Mediterráneo, se presentaba como una coyuntura idónea para la mejora de las infraestructuras en la provincia de Almería. El ferrocarril en concreto podía vivir a partir de este año un cambio de ciclo evidente, como ha ocurrido en otras ciudades en acontecimientos internacionales de este tipo. Sin embargo, las deficiencias del servicio ferroviario y de las infraestructuras ferroviarias en Almería no han experimentado cambio alguno en su estado letargo. Nos encontramos en situación de estancamiento en algunos casos y en otros ni siquiera se ha arrancado. Sabemos que la adaptación de las antiguas infraestructuras ferroviarias heredadas del siglo XIX precisan su tiempo de maduración, pero eso no debe ser excusa para que se hubieran emprendido las primeras actuaciones en el ferrocarril que ya se apreciaran para los numerosos visitantes que ha tenido la ciudad en este año 2005. El crecimiento económico y demográfico de la provincia así lo demandan. El presidente de nuestra asociación, Jesús Martínez, puso recientemente el dedo en la llaga en su artículo “Adiós, Mr. Marshall”, publicado en el diario La Voz de Almería y que se recoge en este número de El Ferro-carril Digital.
En pocas palabras viene a resumir el desencanto producido por la falta de movimiento en cualquier proyecto ferroviario para esta provincia, además de la involución evidente en algunos servicios de viajeros. Todo esto ya lo esperábamos y no nos sorprende. Por otro lado, desde ASAFAL se quiere plantear otra cuestión, no menos importante, aunque tiene menos eco en los medios de comunicación o entre ciudadanos de a pie: la conservación del patrimonio histórico ferroviario almeriense. El ejemplo más claro es el de la antigua estación de ferrocarril de Almería que recientemente ha sido elevada su categoría de protección al rango de monumento nacional. Eso está muy bien, pero el deterioro es evidente y hay que hacer algo para evitar que éste siga avanzando. No basta con iluminarla, aunque sea importante para destacar su presencia, como en el caso del vecino “Cable Inglés”, sino que se debe iniciar una nueva etapa en la que se determine cuál va a ser su uso y con qué instrumentos va a contar para garantizar tanto su conservación como su utilización. No hay que perder de vista que el edificio es una estación de viajeros y, por tanto, condicionada su estructura y distribución para otros usos. La creación de una Fundación puede ser una vía útil para este fin que, ubicada en este hermoso edificio, no solo facilitaría su recuperación, sino que sería el instrumento para la conservación de todo el patrimonio ferroviario de la provincia y alentaría el desarrollo de nuevas actividades. Junto a esta relevancia ferroviaria encajaría el pasado minero de esta provincia, que tampoco cuenta con un centro de interpretación y estudio adecuado. En España tenemos ejemplos de cómo funcionan este tipo de organizaciones y pueden servir de guía a la hora de poner en marcha un proyecto de esta envergadura que, sin lugar a dudas, es muy necesario. Almería tiene un pasado ferroviario muy importante que es preciso conservar y divulgar; de ello, modestamente, sabemos en ASAFAL y también lo que se puede obtener. Nuestra aportación a esta idea de Fundación es el conocimiento, los fondos propios y el saber hacer. Tan sólo son precisas las imprescindibles incorporaciones de instituciones públicas y organizaciones privadas para sentar las bases de su funcionamiento y tener un respaldo firme. Hay que dar los primeros pasos: el patrimonio existe, las personas están….
¿cuándo empezamos?